SOBRE EL SENTIDO DE LA VIDA HUMANA.

SOBRE EL SENTIDO DE LA VIDA HUMANA.

El tema acerca del sentido de la vida humana, se plantea como algo que atañe a la universalidad de los seres humanos, partiendo  del hecho de que la vida ha de tener un sentido, una finalidad, esto es de alguna forma obligado, tal obligatoriedad nace de la misma estructura del ser humano, ser inteligente y libre capaz de hacerse cargo de su existencia. Tal realidad se muestra a que el tema se ha debido plantear desde los orígenes de la existencia del hombre y ha aparecido plasmado de hecho desde los inicios de la cultura humana escrita

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SOBRE EL SENTIDO DE LA VIDA HUMANA.

Ateniéndonos a algunos de estos escritos lo primero que aparece acerca del tema es la variedad de sentidos que se dan a la vida humana,  en segundo lugar que tales sentidos están relacionados con el concepto que se tiene de la naturaleza  en general, de la persona en particular, objeto del pensamiento filosófico, teológico, religioso y en general con la diversidad de las culturas de los pueblos.

LA FINALIDAD  DE LA VIDA HUMANA

En cuanto al tema de la finalidad de la vida humana hay en filosofía y en el sentido común del pueblo en general, que la finalidad de la vida humana es el hallazgo de la felicidad. «Tres cosas hay en la vida , salud, dinero y amor el que tenga esta tres cosas que le  dé gracias a Dios.» Dice un cantar.

Los filósofos cínicos :La vida cínica rechaza los deseos convencionales de riqueza, poder, salud y fama, al estar libre de las posesiones adquiridas en la búsqueda de lo convencional. Como criaturas capaces de razonar, las personas podrían alcanzar la felicidad a través de un entrenamiento riguroso, viviendo de una manera natural para los seres humanos.

La felicidad es uno de los fines de la acción moral y que el placer es el bien supremo; Por lo tanto, una visión del mundo hedonista​, en la cual la gratificación corporal es más intensa que el placer mental.

Demócrito alumno del seguidor de Platón Pánfilo de Samos, enseñó que el mayor bien es buscar placeres modestos, alcanzar la tranquilidad y liberarse del miedo (ataraxia) a través del conocimiento, la amistad y la vida virtuosa y templada; el dolor corporal (aponia) está ausente por el conocimiento que uno tiene del funcionamiento del mundo y de los límites de los propios deseos. 

Un alumno de Crates de Tebas, estableció la escuela que enseña que vivir de acuerdo con la razón y la virtud consiste en estar en armonía con el orden divino del universo, a lo que se llega necesariamente por el reconocimiento del logos universal, o razón, un valor esencial de todos los humanos. El significado de la vida es «estar libre de sufrimiento» a través de la apatheia

Mas cercanos a nuestro tiempo encontramos también múltiples teorías:

El liberalismo. Hay muchas formas y derivaciones del liberalismo, pero sus concepciones centrales del significado de la vida se remontan a tres ideas principales. Pensadores tempranos como John Locke, Jean-Jacques Rousseau y Adam Smith entendían que la humanidad comenzaba en estado natural, luego encontraba el significado de la existencia a través del trabajo y la propiedad y utilizando contratos sociales para crear un entorno que respaldara esos esfuerzos

Kant es conocido por su teoría deontológica, donde existe un único vínculo moral, el «Imperativo categórico», derivado del concepto de deber. Los criticistas creen que todas las acciones se realizan de acuerdo con alguna máxima o principio subyacente, y para que las acciones sean éticas, deben cumplir con el imperativo categórico.

Los filósofos pragmáticos sugieren que la comprensión práctica y útil de la vida es más importante que la búsqueda de una verdad abstracta poco práctica sobre la vida. William James argumentó que la verdad podía hacerse, pero no buscarse​. Para un pragmático, el significado de la vida solo se puede descubrir a través de la experiencia.

El absurdismo es un movimiento filosófico cuyo principal representante es Albert Camus. Esta corriente de pensamiento habla de la falta de significado tanto para el Universo como para la vida misma. Al vivir en este absurdo constante, el ser humano busca una respuesta al dilema.⁴⁶​ Filósofos del absurdo como Camus o  intentan dar no una, sino tres respuestas en sus escritos.

Según el existencialismo, cada persona establece el significado de su vida; la vida no está determinada por un dios sobrenatural o una autoridad terrenal, uno es libre en voluntad y conciencia. Como tal, las directrices éticas principales del individuo son la acción, la libertad y la decisión,⁴²​ por lo que el existencialismo se opone al racionalismo y al positivismo. En la búsqueda del sentido de la vida, el existencialista utiliza la razón como método para responder a «la gran pregunta», partiendo de las motivaciones o respuestas que les dan otras personas; esto da lugar a que el individuo experimente emociones como ansiedad o pavor, pues concluye considerando que el libre albedrío y la conciencia son culminantes en el momento de la muerte. (  CF WIKIPEDIA: EL SENTIDO DE LA VIDA.)

LA FINALIDAD DE LA VIDA HUMANA SEGÚN EL CRISTIANISMO.

Como dijimos al comienzo del tema, las religiones se ocupan en general del tema del sentido de la vida, el cristianismo no es una excepción. El cristianismo parte de una base, de que la persona humana ha sido creada por Dios, así lo dice la filosofía y la revelación. Tal hecho nos lleva  por pura lógica a preguntar Dios  para que ha creado al hombre. Dios ha respondido a esta pregunta de múltiples formas. Una respuesta nace del examen de la estructura humana, dotada de conocimiento superior, de decisión , libertad,    llamado a vivir en sociedad y comunión con los otros por  un ser social por naturaleza y  está llamado a realizar todas sus posibilidades, como recoge la frase que señala nuestra Categoría:¡ Llega a ser el que eres !, es decir, realiza todas tus posibilidades en el ámbito en  el que has situado tu vida con la implicación de las  más variadas situaciones de tu existencia.

EL MURO DE LAS LAMENTACIONES.

Hay  que saber que  del resultado de tal situación estás llamado a responder, pues tal realización está marcada por un orden moral sintetizado en un mandamiento divino; enunciado del shemá judio que dice Dt 6, 4-9 »Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor  es uno . ⁵ Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. ⁶ Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. ⁷ Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. ⁸ Las atarás como una señal a tu mano, y serán como insignias^[b] entre tus ojos. ⁹ Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas.» El mandamiento del amor al prójimo está emparejado  con el del amor a Dios  proclamado cientos de veces tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento: el segundo mandamiento es semejante a este amarás a tu prójimo como a tí mismo.»

 

Estos dos mandamientos no sólo » mantienen la ley y los profetas» sino que con su carácter de síntesis contienen en germen todo un proyecto de vida que responde claramente por el sentido de la existencia humana, por el fin por  el que Dios ha creado a la persona humana, Decía san Ignacio de Loyola  «El hombre ha sido  criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su ánima…” [EE) y esto lo colocaba como Principio y Fundamento de la vida humana  tratando a partir de ahí de hacer  un programa  que le de un claro sentido a la existencia individual y social.

En la aurora de la salvación, el nacimiento de un niño es proclamado como gozosa noticia: « Os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor » (Lc 2, 10-11). El nacimiento del Salvador produce ciertamente esta « gran alegría »; pero la Navidad pone también de manifiesto el sentido profundo de todo nacimiento humano, y la alegría mesiánica constituye así el fundamento y realización de la alegría por cada niño que nace (cf. Jn 16, 21).

Presentando el núcleo central de su misión redentora, Jesús dice: « Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia » (Jn 10, 10). Se refiere a aquella vida « nueva » y « eterna », que consiste en la comunión con el Padre, a la que todo hombre está llamado gratuitamente en el Hijo por obra del Espíritu Santificador. Pero es precisamente en esa « vida » donde encuentran pleno sentido todos los aspectos y momentos de la vida del hombre.2. El hombre está llamado a una plenitud de vida que va más allá de las dimensiones de su existencia terrena, ya que consiste en la participación de la vida misma de Dios. Lo sublime de esta vocación sobrenatural manifiesta la grandeza y el valor de la vida humana incluso en su fase temporal. En efecto, la vida en el tiempo es condición básica, momento inicial y parte integrante de todo el proceso unitario de la vida humana. Un proceso que, inesperada e inmerecidamente, es iluminado por la promesa y renovado por el don de la vida divina, que alcanzará su plena realización en la eternidad ( Cf. Carta Encíclica: Evangeliun vitae. S.Juan Pablo II)

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